Fumar predispone a tener Mal de Alzheimer

Las personas que padecen Alzheimer sufren un envejecimiento patológico del cerebro. Como el tabaquismo favorece la oxidación cerebral y aumenta el riesgo de muerte neuronal, la relación entre ambos, es estrecha. Así lo demuestra un estudio holandés que arroja esta conclusión: en los fumadores mayores de 55 años, el riesgo de padecer Alzheimer es un 50 por ciento más elevado.

Lo alarmante del trabajo, publicado en la revista Neurology, es que los fumadores mostraron un 50 % más de probabilidades de padecer Alzheimer en comparación con no fumadores o los que habían abandonado el hábito.

Los expertos del Centro Médico Erasmus de Rotterdam, en Holanda, evaluaron, durante siete años y tres meses, a 6.868 personas de más de 55 años. Ninguno sufría demencia al inicio de la investigación, pero finalizado el período de seguimiento, observaron que un 10 % desarrolló algún tipo de demencia, la mayor parte de ellos Alzheimer y algunas demencias vasculares.

«El Alzheimer es la muerte cerebral acelerada. Una persona de 70 años pasa a tener un cerebro de una de 120, es decir, hay una incoordinación entre el cuerpo y el cerebro. La hipótesis que podría ser más coherente para sostener esta nueva investigación es que el tabaquismo aumenta la oxidación cerebral y la muerte neuronal y por eso elevaría el riesgo de que los fumadores padezcan Alzheimer» explicó a Clarín el neurólogo Ignacio Brusco, director el Centro de Alzheimer de la Facultad de Medicina de la UBA y presidente de la Asociación Alzheimer Argentina. «Hay que pensar que, para evitar la oxidación cerebral, se recomiendan antioxidantes. Por eso, si se incorporan sustancias pro oxidativas como el cigarrillo, se está actuando en contra de esa juventud cerebral», agregó.

El Alzheimer es una enfermedad progresiva y degenerativa del cerebro. En una primera instancia, provoca un deterioro en la memoria y, desde el punto de vista conductual, aparece acompañado de apatía. Luego, se evidencian los trastornos del lenguaje, de las prácticas, de las capacidades, de los reconocimientos, de la toma de decisiones y de todas las funciones cognitivas.

Según registros de la Asociación Alzheimer Argentina, en el país, hay entre 450 y 500.000 pacientes que sufren esta enfermedad. El riesgo local es 1 persona de cada 20 de más de 60 años; y 1 de cada 2 de más de 85 años. Tal como explicó Brusco, el riesgo de padecerlo aumenta en la población de mayor edad, con trastornos de colesterol, traumatismo de cráneo, diabetes, hipertensión y, ahora también se sabe, en los fumadores: la mayor parte de ellos, factores de riesgo evitables.

 

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Las personas que padecen Alzheimer sufren un envejecimiento patológico del cerebro. Como el tabaquismo favorece la oxidación cerebral y aumenta el riesgo de muerte neuronal, la relación entre ambos, es estrecha. Así lo demuestra un estudio holandés que arroja esta conclusión: en los fumadores mayores de 55 años, el riesgo de padecer Alzheimer es un 50 por ciento más elevado.

Lo alarmante del trabajo, publicado en la revista Neurology, es que los fumadores mostraron un 50 % más de probabilidades de padecer Alzheimer en comparación con no fumadores o los que habían abandonado el hábito.

Los expertos del Centro Médico Erasmus de Rotterdam, en Holanda, evaluaron, durante siete años y tres meses, a 6.868 personas de más de 55 años. Ninguno sufría demencia al inicio de la investigación, pero finalizado el período de seguimiento, observaron que un 10 % desarrolló algún tipo de demencia, la mayor parte de ellos Alzheimer y algunas demencias vasculares.

«El Alzheimer es la muerte cerebral acelerada. Una persona de 70 años pasa a tener un cerebro de una de 120, es decir, hay una incoordinación entre el cuerpo y el cerebro. La hipótesis que podría ser más coherente para sostener esta nueva investigación es que el tabaquismo aumenta la oxidación cerebral y la muerte neuronal y por eso elevaría el riesgo de que los fumadores padezcan Alzheimer» explicó a Clarín el neurólogo Ignacio Brusco, director el Centro de Alzheimer de la Facultad de Medicina de la UBA y presidente de la Asociación Alzheimer Argentina. «Hay que pensar que, para evitar la oxidación cerebral, se recomiendan antioxidantes. Por eso, si se incorporan sustancias pro oxidativas como el cigarrillo, se está actuando en contra de esa juventud cerebral», agregó.

El Alzheimer es una enfermedad progresiva y degenerativa del cerebro. En una primera instancia, provoca un deterioro en la memoria y, desde el punto de vista conductual, aparece acompañado de apatía. Luego, se evidencian los trastornos del lenguaje, de las prácticas, de las capacidades, de los reconocimientos, de la toma de decisiones y de todas las funciones cognitivas.

Según registros de la Asociación Alzheimer Argentina, en el país, hay entre 450 y 500.000 pacientes que sufren esta enfermedad. El riesgo local es 1 persona de cada 20 de más de 60 años; y 1 de cada 2 de más de 85 años. Tal como explicó Brusco, el riesgo de padecerlo aumenta en la población de mayor edad, con trastornos de colesterol, traumatismo de cráneo, diabetes, hipertensión y, ahora también se sabe, en los fumadores: la mayor parte de ellos, factores de riesgo evitables.

 

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