Artritis Reumatoidea
Nombres alternativos
AR; Artritis reumatoide
Definición
Es una enfermedad crónica que ocasiona inflamación de las articulaciones y tejidos circundantes, pero que también puede afectar otros órganos.
Causas, incidencia y factores de riesgo
La artritis reumatoidea (AR) se considera una enfermedad autoinmunitaria y se desconoce su causa. El sistema inmunitario del cuerpo normalmente combate las sustancias extrañas, como virus. Pero en una enfermedad autoinmunitaria, el sistema inmunitario confunde o toma los tejidos sanos como sustancias extrañas y, como resultado, el cuerpo se ataca a sí mismo.
La enfermedad se puede presentar a cualquier edad y las mujeres resultan más afectadas que los hombres.
La artritis reumatoidea generalmente afecta a las articulaciones de ambos lados del cuerpo por igual, siendo las muñecas, los dedos de las manos, las rodillas, los pies y tobillos las partes del cuerpo más comúnmente afectadas. El curso y la gravedad de la artritis reumatoidea pueden variar considerablemente. La infección, los genes y las hormonas pueden contribuir a su desarrollo.
Síntomas
La enfermedad generalmente comienza de manera gradual con:
- Fatiga
- Rigidez matutina (que dura por más de una hora)
- Dolores musculares generalizados
- Pérdida del apetito
- Debilidad
Finalmente, aparece el dolor articular. Cuando la articulación no está en uso por algún tiempo, se puede tornar caliente, sensible y rígida. Cuando el revestimiento de la articulación se inflama, produce más líquido y la articulación se inflama. El dolor articular a menudo se siente en ambos lados del cuerpo y puede afectar la muñeca, las rodillas, los codos, los dedos de la mano, los dedos de los pies, el tobillo o el cuello.
Los síntomas adicionales abarcan:
- · Anemia debido a la insuficiencia de la médula ósea para producir suficientes glóbulos rojos nuevos
- · Ardor, prurito y secreción del ojo
- · Deformidades de manos y pies
- · Rango de movimiento limitado
- · Fiebre baja
- · Inflamación del pulmón (pleuresía)
- · Entumecimiento u hormigueo
- · Palidez
- · Nódulos redondos e indoloros debajo de la piel (generalmente un signo de una enfermedad más grave)
- · Enrojecimiento o inflamación de la piel
- · Inflamación de los ganglios linfáticos
La destrucción de la articulación puede ocurrir dentro de un período de uno a dos años después de la aparición de la enfermedad.
Signos y exámenes
Hay disponibilidad de un examen de sangre específico para diagnosticar la artritis reumatoidea y diferenciarla de otros tipos de artritis. Este examen se denomina examen de anticuerpos antipéptidos cíclicos citrulinados (anticuerpos anti-PCC). Otros exámenes que se pueden hacer abarcan:
- · CSC
- · Proteína C reactiva
- · Tasa de sedimentación eritrocítica
- · Radiografías de las articulaciones
- · Factor reumatoideo (positivo en aproximadamente el 75% de las personas con síntomas)
- · Análisis del líquido sinovial
Tratamiento
La artritis reumatoidea generalmente requiere tratamiento de por vida que incluye medicamentos, fisioterapia, ejercicio, educación y posiblemente cirugía. El tratamiento agresivo y oportuno para este tipo de artritis puede retardar la destrucción de la articulación.
MEDICAMENTOS
Medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD, por sus siglas en inglés): estos medicamentos son el patrón actual de cuidado para casos de artritis reumatoidea, además del descanso, los ejercicios de fortalecimiento y los fármacos antinflamatorios. Medicamentos antinflamatorios: éstos abarcan aspirina y medicamentos antinflamatorios no esteroides (AINES), como ibuprofeno y otros. Inhibidores de la ciclooxigenasa-2 (COX-2): estos medicamentos bloquean una enzima que favorece la inflamación, llamada COX-2. Medicamentos antipalúdicos: este grupo de medicamentos abarca hidroxicloroquina (Plaquenil) y sulfasalazina (Azulfidine) por lo general con metotrexato. Inhibidores del factor de necrosis tumoral (TNF): este tipo de medicamento relativamente nuevo bloquea una proteína inflamatoria y comprende etanercept (Enbrel), infliximab (Remicade) y adalimumab (Humira).
Antagonista del receptor de la interleucina-1 humana: anakinra (Kineret) es una proteína artificial que bloquea la proteína inflamatoria interleucina-1. Este medicamento se utiliza para disminuir la progresión de moderado a grave de la artritis reumatoidea activa en pacientes de más de 18 años que no hayan respondido a uno o más de los DMARD. El Kineret se puede utilizar con otro DMARD o con inhibidores del factor de necrosis tumoral.
Biológicos: dos nuevos medicamentos que están disponibles para personas con algunos tipos de artritis reumatoidea que no responden a los inhibidores del factor de necrosis tumoral. Estos medicamentos son: Orencia (abatacept) y Rituxan (rituximab) y ambos se administran por vía intravenosa.
Inmunodepresores: estos medicamentos se utilizan algunas veces en personas que han fracasado con otras terapias. Están asociados con efectos secundarios tóxicos y se reservan generalmente para casos severos de artritis reumatoidea.
Corticosteroides: estos medicamentos se han usado por más de 40 años para reducir la inflamación de la artritis reumatoidea. Sin embargo, debido a los efectos colaterales potenciales a largo plazo, su uso se limita a lapsos cortos y dosis bajas en la medida de lo posible.
CIRUGÍA
Ocasionalmente, se realiza cirugía para corregir las articulaciones gravemente afectadas. Las cirugías pueden aliviar el dolor articular, corregir deformidades y mejorar modestamente la función articular.
Las cirugías más exitosas son las que se llevan a cabo en rodillas y caderas. Por lo general, el primer tratamiento quirúrgico es la sinovectomía o extirpación del revestimiento de la articulación (sinovia).
Una alternativa posterior es el reemplazo total de la articulación por una prótesis articular. En casos extremos, el reemplazo total de la cadera o de la rodilla puede significar la diferencia entre depender totalmente de otros y tener una vida independiente en el hogar.
FISIOTERAPIA
Los ejercicios de rango o amplitud de movimiento y los programas de ejercicio individualizados indicados por un fisioterapeuta pueden retardar la pérdida de la función articular.
Las técnicas de protección articular, los tratamientos con calor y frío y el uso de férulas o dispositivos ortóticos para apoyar y alinear las articulaciones pueden ser muy útiles.
Algunas veces, los terapeutas usan máquinas especiales para aplicar calor profundo o estimulación eléctrica para reducir el dolor y mejorar la movilidad articular.
Los terapeutas ocupacionales pueden construir férulas para la mano o muñeca del paciente y enseñarle la mejor manera de proteger y usar las articulaciones cuando se ven afectadas por la artritis. También les enseñan a las personas cómo enfrentar mejor las tareas diarias en el trabajo y en el hogar, a pesar de las limitaciones causadas por la artritis
Se recomiendan períodos frecuentes de descanso entre las actividades, así como 8 a 10 horas de sueño cada noche.
Expectativas (pronóstico)
Se deben hacer exámenes de sangre u orina regularmente para determinar qué tan bien están obrando los medicamentos y si están causando cualquier tipo de efectos secundarios.
El curso de la artritis reumatoidea varía de un individuo a otro. Las personas con factor reumatoideo o nódulos subcutáneos parecen presentar una forma más severa de la enfermedad y quienes desarrollan la artritis reumatoidea a temprana edad también presentan un progreso más rápido.
Muchas personas afectadas pueden trabajar tiempo completo. Sin embargo, después de muchos años, el 10% de los pacientes llega a estar severamente discapacitado y son incapaces de realizar tareas sencillas de la vida diaria, como lavarse, vestirse y comer.
La expectativa de vida promedio para un paciente con este tipo de artritis puede verse reducida entre 3 y 7 años y quienes presentan formas severas de esta artritis pueden morir de 10 a 15 años más temprano de lo esperado. Sin embargo, a medida que mejora el tratamiento para la artritis reumatoidea, la discapacidad severa y las complicaciones potencialmente mortales parecen estar disminuyendo.
Complicaciones
La artritis reumatoidea no es una enfermedad que sólo destruye las articulaciones, ya que puede comprometer casi todos los órganos.
Se puede presentar una complicación potencialmente mortal en las articulaciones cuando la columna cervical se torna inestable como resultado de la artritis reumatoidea.
La vasculitis reumatoidea (inflamación de los vasos sanguíneos) es una complicación seria y potencialmente mortal de este tipo de artritis, que puede llevar a que se presenten ulceraciones e infecciones cutáneas, úlceras gástricas sangrantes y problemas neurológicos que ocasionan dolor, entumecimiento u hormigueo. La vasculitis también puede afectar el cerebro, los nervios y el corazón, lo cual puede provocar accidente cerebrovascular, ataque cardíaco e insuficiencia cardíaca.
La artritis reumatoidea puede hacer que el revestimiento exterior del corazón se inflame (pericarditis) y causar complicaciones cardíacas. Igualmente, se puede presentar inflamación del músculo cardíaco, llamada miocarditis, y ambas afecciones pueden llevar al desarrollo de insuficiencia cardíaca congestiva.
Los tratamientos para la artritis reumatoidea también pueden causar efectos secundarios graves y, si la persona experimenta algunos de estos efectos, debe consultar inmediatamente con el médico.
Prevención
No existe prevención conocida para la artritis reumatoidea. Sin embargo, es posible prevenir el daño mayor a las articulaciones con tratamiento adecuado al inicio de la enfermedad.
Debido a que la artritis reumatoidea puede causar complicaciones oculares, los pacientes deben hacerse chequeos regulares de los ojos.
Si desea obtener más información del texto anterior:
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000431.htm
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Nombres alternativos
AR; Artritis reumatoide
Definición
Es una enfermedad crónica que ocasiona inflamación de las articulaciones y tejidos circundantes, pero que también puede afectar otros órganos.
Causas, incidencia y factores de riesgo
La artritis reumatoidea (AR) se considera una enfermedad autoinmunitaria y se desconoce su causa. El sistema inmunitario del cuerpo normalmente combate las sustancias extrañas, como virus. Pero en una enfermedad autoinmunitaria, el sistema inmunitario confunde o toma los tejidos sanos como sustancias extrañas y, como resultado, el cuerpo se ataca a sí mismo.
La enfermedad se puede presentar a cualquier edad y las mujeres resultan más afectadas que los hombres.
La artritis reumatoidea generalmente afecta a las articulaciones de ambos lados del cuerpo por igual, siendo las muñecas, los dedos de las manos, las rodillas, los pies y tobillos las partes del cuerpo más comúnmente afectadas. El curso y la gravedad de la artritis reumatoidea pueden variar considerablemente. La infección, los genes y las hormonas pueden contribuir a su desarrollo.
Síntomas
La enfermedad generalmente comienza de manera gradual con:
- Fatiga
- Rigidez matutina (que dura por más de una hora)
- Dolores musculares generalizados
- Pérdida del apetito
- Debilidad
Finalmente, aparece el dolor articular. Cuando la articulación no está en uso por algún tiempo, se puede tornar caliente, sensible y rígida. Cuando el revestimiento de la articulación se inflama, produce más líquido y la articulación se inflama. El dolor articular a menudo se siente en ambos lados del cuerpo y puede afectar la muñeca, las rodillas, los codos, los dedos de la mano, los dedos de los pies, el tobillo o el cuello.
Los síntomas adicionales abarcan:
- · Anemia debido a la insuficiencia de la médula ósea para producir suficientes glóbulos rojos nuevos
- · Ardor, prurito y secreción del ojo
- · Deformidades de manos y pies
- · Rango de movimiento limitado
- · Fiebre baja
- · Inflamación del pulmón (pleuresía)
- · Entumecimiento u hormigueo
- · Palidez
- · Nódulos redondos e indoloros debajo de la piel (generalmente un signo de una enfermedad más grave)
- · Enrojecimiento o inflamación de la piel
- · Inflamación de los ganglios linfáticos
La destrucción de la articulación puede ocurrir dentro de un período de uno a dos años después de la aparición de la enfermedad.
Signos y exámenes
Hay disponibilidad de un examen de sangre específico para diagnosticar la artritis reumatoidea y diferenciarla de otros tipos de artritis. Este examen se denomina examen de anticuerpos antipéptidos cíclicos citrulinados (anticuerpos anti-PCC). Otros exámenes que se pueden hacer abarcan:
- · CSC
- · Proteína C reactiva
- · Tasa de sedimentación eritrocítica
- · Radiografías de las articulaciones
- · Factor reumatoideo (positivo en aproximadamente el 75% de las personas con síntomas)
- · Análisis del líquido sinovial
Tratamiento
La artritis reumatoidea generalmente requiere tratamiento de por vida que incluye medicamentos, fisioterapia, ejercicio, educación y posiblemente cirugía. El tratamiento agresivo y oportuno para este tipo de artritis puede retardar la destrucción de la articulación.
MEDICAMENTOS
Medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD, por sus siglas en inglés): estos medicamentos son el patrón actual de cuidado para casos de artritis reumatoidea, además del descanso, los ejercicios de fortalecimiento y los fármacos antinflamatorios. Medicamentos antinflamatorios: éstos abarcan aspirina y medicamentos antinflamatorios no esteroides (AINES), como ibuprofeno y otros. Inhibidores de la ciclooxigenasa-2 (COX-2): estos medicamentos bloquean una enzima que favorece la inflamación, llamada COX-2. Medicamentos antipalúdicos: este grupo de medicamentos abarca hidroxicloroquina (Plaquenil) y sulfasalazina (Azulfidine) por lo general con metotrexato. Inhibidores del factor de necrosis tumoral (TNF): este tipo de medicamento relativamente nuevo bloquea una proteína inflamatoria y comprende etanercept (Enbrel), infliximab (Remicade) y adalimumab (Humira).
Antagonista del receptor de la interleucina-1 humana: anakinra (Kineret) es una proteína artificial que bloquea la proteína inflamatoria interleucina-1. Este medicamento se utiliza para disminuir la progresión de moderado a grave de la artritis reumatoidea activa en pacientes de más de 18 años que no hayan respondido a uno o más de los DMARD. El Kineret se puede utilizar con otro DMARD o con inhibidores del factor de necrosis tumoral.
Biológicos: dos nuevos medicamentos que están disponibles para personas con algunos tipos de artritis reumatoidea que no responden a los inhibidores del factor de necrosis tumoral. Estos medicamentos son: Orencia (abatacept) y Rituxan (rituximab) y ambos se administran por vía intravenosa.
Inmunodepresores: estos medicamentos se utilizan algunas veces en personas que han fracasado con otras terapias. Están asociados con efectos secundarios tóxicos y se reservan generalmente para casos severos de artritis reumatoidea.
Corticosteroides: estos medicamentos se han usado por más de 40 años para reducir la inflamación de la artritis reumatoidea. Sin embargo, debido a los efectos colaterales potenciales a largo plazo, su uso se limita a lapsos cortos y dosis bajas en la medida de lo posible.
CIRUGÍA
Ocasionalmente, se realiza cirugía para corregir las articulaciones gravemente afectadas. Las cirugías pueden aliviar el dolor articular, corregir deformidades y mejorar modestamente la función articular.
Las cirugías más exitosas son las que se llevan a cabo en rodillas y caderas. Por lo general, el primer tratamiento quirúrgico es la sinovectomía o extirpación del revestimiento de la articulación (sinovia).
Una alternativa posterior es el reemplazo total de la articulación por una prótesis articular. En casos extremos, el reemplazo total de la cadera o de la rodilla puede significar la diferencia entre depender totalmente de otros y tener una vida independiente en el hogar.
FISIOTERAPIA
Los ejercicios de rango o amplitud de movimiento y los programas de ejercicio individualizados indicados por un fisioterapeuta pueden retardar la pérdida de la función articular.
Las técnicas de protección articular, los tratamientos con calor y frío y el uso de férulas o dispositivos ortóticos para apoyar y alinear las articulaciones pueden ser muy útiles.
Algunas veces, los terapeutas usan máquinas especiales para aplicar calor profundo o estimulación eléctrica para reducir el dolor y mejorar la movilidad articular.
Los terapeutas ocupacionales pueden construir férulas para la mano o muñeca del paciente y enseñarle la mejor manera de proteger y usar las articulaciones cuando se ven afectadas por la artritis. También les enseñan a las personas cómo enfrentar mejor las tareas diarias en el trabajo y en el hogar, a pesar de las limitaciones causadas por la artritis
Se recomiendan períodos frecuentes de descanso entre las actividades, así como 8 a 10 horas de sueño cada noche.
Expectativas (pronóstico)
Se deben hacer exámenes de sangre u orina regularmente para determinar qué tan bien están obrando los medicamentos y si están causando cualquier tipo de efectos secundarios.
El curso de la artritis reumatoidea varía de un individuo a otro. Las personas con factor reumatoideo o nódulos subcutáneos parecen presentar una forma más severa de la enfermedad y quienes desarrollan la artritis reumatoidea a temprana edad también presentan un progreso más rápido.
Muchas personas afectadas pueden trabajar tiempo completo. Sin embargo, después de muchos años, el 10% de los pacientes llega a estar severamente discapacitado y son incapaces de realizar tareas sencillas de la vida diaria, como lavarse, vestirse y comer.
La expectativa de vida promedio para un paciente con este tipo de artritis puede verse reducida entre 3 y 7 años y quienes presentan formas severas de esta artritis pueden morir de 10 a 15 años más temprano de lo esperado. Sin embargo, a medida que mejora el tratamiento para la artritis reumatoidea, la discapacidad severa y las complicaciones potencialmente mortales parecen estar disminuyendo.
Complicaciones
La artritis reumatoidea no es una enfermedad que sólo destruye las articulaciones, ya que puede comprometer casi todos los órganos.
Se puede presentar una complicación potencialmente mortal en las articulaciones cuando la columna cervical se torna inestable como resultado de la artritis reumatoidea.
La vasculitis reumatoidea (inflamación de los vasos sanguíneos) es una complicación seria y potencialmente mortal de este tipo de artritis, que puede llevar a que se presenten ulceraciones e infecciones cutáneas, úlceras gástricas sangrantes y problemas neurológicos que ocasionan dolor, entumecimiento u hormigueo. La vasculitis también puede afectar el cerebro, los nervios y el corazón, lo cual puede provocar accidente cerebrovascular, ataque cardíaco e insuficiencia cardíaca.
La artritis reumatoidea puede hacer que el revestimiento exterior del corazón se inflame (pericarditis) y causar complicaciones cardíacas. Igualmente, se puede presentar inflamación del músculo cardíaco, llamada miocarditis, y ambas afecciones pueden llevar al desarrollo de insuficiencia cardíaca congestiva.
Los tratamientos para la artritis reumatoidea también pueden causar efectos secundarios graves y, si la persona experimenta algunos de estos efectos, debe consultar inmediatamente con el médico.
Prevención
No existe prevención conocida para la artritis reumatoidea. Sin embargo, es posible prevenir el daño mayor a las articulaciones con tratamiento adecuado al inicio de la enfermedad.
Debido a que la artritis reumatoidea puede causar complicaciones oculares, los pacientes deben hacerse chequeos regulares de los ojos.
Si desea obtener más información del texto anterior:
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000431.htm