¿Siente dolor en la región lateral de la pierna? Puede ser tendinitis de la fascia lata

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Puede que usted sienta dolor en la región lateral de la pierna y no sepa cuál es el motivo. En múltiples ocasiones este dolor puede ser ocasionado por una inflamación en el tensor de la fascia lata. Esta se produce a causa de una fricción de la banda iliotibial al rozar sobre el cóndilo externo de la rodilla durante los movimientos de flexión y extensión provocando la tendinitis de la fascia lata.

La banda iliotibial es una banda gruesa del tejido fibroso que se extiende desde la pelvis, cubriendo la articulación de la cadera por la parte externa de la pierna, hasta insertarse en la tibia.

La inflamación de la fascia lata se encuentra en la debilidad o acortamiento de los músculos de la cadera, ya que esto implicaría una mayor tensión sobre la región externa de la rodilla y por ende sobre la fascia lata.

Síntomas

El síntoma más destacable de la tendinitis de la fascia lata es el dolor punzante en el exterior de la rodilla. Este dolor de rodilla en algunos casos puede ser tan intenso que la persona que padece esta lesión ya no puede caminar adecuadamente. Otros síntomas que pueden incluir son:

  1. Inflamación e hinchazón de la articulación.
  2. Sobrecalentamiento en la articulación.
  3. Sensación de ardor en la parte externa de la rodilla.

Causas de la Tendinitis de la fascia lata

  • Longitud de pierna diferente (dismetría de miembros inferiores).

  • Músculos acortados y sobretensionados en la parte externa del muslo (tensor de la fascia lata, glúteo mayor).

  • Alteraciones de la pisada o deformidades en los pies (por ejemplo, pie plano).

  • Exceso de peso (sobrepeso).

  • Desalineaciones en la posición de las rodillas

¿Cómo diagnosticarla?

El examen físico puede aportar importante información, que no sólo servirá para establecer el diagnóstico, sino para lograr diseñar un plan terapéutico adecuado. Durante el examen físico, el médico o fisioterapeuta moverá pasivamente la pierna mientras el paciente esté acostado y esperará a ver en qué movimientos el paciente indica dolores. Para lograr diferenciar el origen del dolor de otras patologías relacionadas, se llevan a cabo variedad de pruebas diagnósticas.

Prueba de Renne: La misma consiste en la descarga de peso sobre la pierna en flexión (60°-90°), mientras el evaluador presiona el epicóndilo femoral lateral. Si ante este gesto, el paciente refiere dolor y el examinador percibe un chasquido o crepitación en la zona palpada, es signo positivo de esta afección.

Prueba de Noble: en esta prueba se evalúa al paciente en posición supina (acostado) y con una flexión de pierna de 90° (se utiliza un goniómetro para garantizar el ángulo correcto de la articulación). Mientras el paciente extiende la pierna, el evaluador aplica presión al epicóndilo femoral lateral, si esto desencadena dolor cerca de 30-40° de flexión, se considera que existe la enfermedad.

Prueba de Ober: se realiza con el paciente acostado de lado con la extremidad sintomática hacia arriba. La pierna se flexiona a 90°y la cadera en abducción y extensión, el muslo se mantiene en línea con el tronco. Se indica al paciente a aducir (separar) el muslo lo más lejos posible. La prueba es positiva si el paciente no puede aducir más allá de la camilla.

La fisioterapia resulta ser el tratamiento más eficaz, esto es debido a que esta lesión se origina producto de una alteración en el movimiento: desequilibrios musculares y articulares. Para una persona común estas alteraciones no son visibles, sin embargo, para un fisioterapeuta pueden ser notables al inspeccionar a simple vista el movimiento del paciente afectado. Una vez aclarados los factores biomecánicos causales, se procede a diseñar un plan de entrenamiento terapéutico específico combinado con el uso de variedad de técnicas y herramientas terapéuticas que variarán en cada caso.

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Puede que usted sienta dolor en la región lateral de la pierna y no sepa cuál es el motivo. En múltiples ocasiones este dolor puede ser ocasionado por una inflamación en el tensor de la fascia lata. Esta se produce a causa de una fricción de la banda iliotibial al rozar sobre el cóndilo externo de la rodilla durante los movimientos de flexión y extensión provocando la tendinitis de la fascia lata.

La banda iliotibial es una banda gruesa del tejido fibroso que se extiende desde la pelvis, cubriendo la articulación de la cadera por la parte externa de la pierna, hasta insertarse en la tibia.

La inflamación de la fascia lata se encuentra en la debilidad o acortamiento de los músculos de la cadera, ya que esto implicaría una mayor tensión sobre la región externa de la rodilla y por ende sobre la fascia lata.

Síntomas

El síntoma más destacable de la tendinitis de la fascia lata es el dolor punzante en el exterior de la rodilla. Este dolor de rodilla en algunos casos puede ser tan intenso que la persona que padece esta lesión ya no puede caminar adecuadamente. Otros síntomas que pueden incluir son:

  1. Inflamación e hinchazón de la articulación.
  2. Sobrecalentamiento en la articulación.
  3. Sensación de ardor en la parte externa de la rodilla.

Causas de la Tendinitis de la fascia lata

  • Longitud de pierna diferente (dismetría de miembros inferiores).

  • Músculos acortados y sobretensionados en la parte externa del muslo (tensor de la fascia lata, glúteo mayor).

  • Alteraciones de la pisada o deformidades en los pies (por ejemplo, pie plano).

  • Exceso de peso (sobrepeso).

  • Desalineaciones en la posición de las rodillas

¿Cómo diagnosticarla?

El examen físico puede aportar importante información, que no sólo servirá para establecer el diagnóstico, sino para lograr diseñar un plan terapéutico adecuado. Durante el examen físico, el médico o fisioterapeuta moverá pasivamente la pierna mientras el paciente esté acostado y esperará a ver en qué movimientos el paciente indica dolores. Para lograr diferenciar el origen del dolor de otras patologías relacionadas, se llevan a cabo variedad de pruebas diagnósticas.

Prueba de Renne: La misma consiste en la descarga de peso sobre la pierna en flexión (60°-90°), mientras el evaluador presiona el epicóndilo femoral lateral. Si ante este gesto, el paciente refiere dolor y el examinador percibe un chasquido o crepitación en la zona palpada, es signo positivo de esta afección.

Prueba de Noble: en esta prueba se evalúa al paciente en posición supina (acostado) y con una flexión de pierna de 90° (se utiliza un goniómetro para garantizar el ángulo correcto de la articulación). Mientras el paciente extiende la pierna, el evaluador aplica presión al epicóndilo femoral lateral, si esto desencadena dolor cerca de 30-40° de flexión, se considera que existe la enfermedad.

Prueba de Ober: se realiza con el paciente acostado de lado con la extremidad sintomática hacia arriba. La pierna se flexiona a 90°y la cadera en abducción y extensión, el muslo se mantiene en línea con el tronco. Se indica al paciente a aducir (separar) el muslo lo más lejos posible. La prueba es positiva si el paciente no puede aducir más allá de la camilla.

La fisioterapia resulta ser el tratamiento más eficaz, esto es debido a que esta lesión se origina producto de una alteración en el movimiento: desequilibrios musculares y articulares. Para una persona común estas alteraciones no son visibles, sin embargo, para un fisioterapeuta pueden ser notables al inspeccionar a simple vista el movimiento del paciente afectado. Una vez aclarados los factores biomecánicos causales, se procede a diseñar un plan de entrenamiento terapéutico específico combinado con el uso de variedad de técnicas y herramientas terapéuticas que variarán en cada caso.

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