Accidentes Cerebrovasculares

Nombres alternativos

 

Enfermedad cerebrovascular; Derrame cerebral; ACV; Infarto cerebral; Hemorragia cerebral; Accidente cerebrovascular isquémico.

 

Definición

 

Un accidente cerebrovascular es una interrupción del suministro de sangre a cualquier parte del cerebro y, algunas veces, se le denomina «ataque cerebral».

 

Causas, incidencia y factores de riesgo

Cada 45 segundos, alguien en los Estados Unidos tiene un accidente cerebrovascular, que puede suceder cuando:

 

 

  • Un vaso sanguíneo que lleva sangre al cerebro resulta bloqueado por un coágulo de sangre y se denomina accidente cerebrovascular isquémico.
  • Un vaso sanguíneo se rompe, causando filtración de sangre dentro del cerebro y se denomina accidente cerebrovascular hemorrágico.

 

Si se interrumpe el flujo de sangre en una arteria que irriga el cerebro durante más de unos pocos segundos, el cerebro no puede recibir sangre y oxígeno. Las células cerebrales pueden morir, lo que produce daño permanente.

 


ACCIDENTE CEREBROVASCULAR ISQUÉMICO

 

Es el tipo de accidente cerebrovascular más común y generalmente resulta del taponamiento de las arterias, una afección llamada ateroesclerosis (ver accidente cerebrovascular secundario a la ateroesclerosis). Los depósitos de grasa se acumulan en la pared de las arterias formando una sustancia espesa llamada placa, la cual aumenta con el paso del tiempo. Con frecuencia, la placa hace que la sangre fluya en forma anormal, lo cual puede hacer que ésta se coagule. Existen dos tipos de coágulos:

 

 

  • Un coágulo sanguíneo que permanece en el sitio en el cerebro se denomina trombo cerebral.
  • Un coágulo que se desprende y viaja a través del torrente sanguíneo hasta el cerebro se denomina embolia cerebral.

 

Otra causa importante de embolias cerebrales es un tipo de arritmia llamada fibrilación auricular. Otras causas de accidente cerebrovascular isquémico incluyen endocarditis, una válvula cardíaca anormal y tener una válvula cardíaca mecánica. Un coágulo se puede formar en una válvula cardíaca, desprenderse y viajar hacia el cerebro; por esta razón, las personas con válvulas cardíacas mecánicas o anormales con frecuencia tienen que tomar anticoagulantes.

 

 

ACCIDENTE CEREBROVASCULAR HEMORRÁGICO:

 

 

 

Una segunda causa importante de accidente cerebrovascular es el sangrado en el cerebro (accidente cerebrovascular hemorrágico), que puede ocurrir cuando pequeños vasos del cerebro se debilitan y se rompen. Algunas personas tienen defectos en los vasos sanguíneos del cerebro que hacen que esto sea más probable. El flujo de sangre después de la ruptura del vaso sanguíneo daña las células cerebrales.

 

 

 

 
RIESGOS DEL ACCIDENTE CEREBROVASCULAR:

 

 

 

El hecho de tener presión arterial alta es la razón número uno por la cual una persona podría tener un accidente cerebrovascular. El riesgo para esta afección también se incrementa con la edad, antecedentes familiares de la enfermedad, consumo de tabaco, diabetes, colesterol alto y cardiopatía.

 

 

 

 

Ciertos medicamentos incrementan las posibilidades de formación de coágulos y, por lo tanto, las posibilidades de un accidente cerebrovascular. Las píldoras anticonceptivas pueden causar coágulos sanguíneos, especialmente en mujeres que fuman y tienen más de 35 años.

 

 

 

 

Los hombres tienen más accidentes cerebrovasculares que las mujeres, pero estas últimas tienen riesgo de presentar un accidente cerebrovascular durante el embarazo y en las semanas inmediatamente posteriores a éste.

 

 

 

 

El consumo de cocaína, el consumo excesivo de alcohol, un traumatismo craneal y trastornos hemorrágicos incrementan el riesgo de sangrado dentro del cerebro.

 

 

 

     
Síntomas
Los síntomas del accidente cerebrovascular dependen de qué parte del cerebro esté lesionada. En algunos casos, es posible que las personas ni siquiera se den cuenta de que sufrieron un accidente cerebrovascular.

 

Generalmente, el desarrollo SÚBITO de uno o más de los siguientes síntomas es indicio de un accidente cerebrovascular:

 

 

 

  • Debilidad o parálisis de un brazo, una pierna, un lado de la cara o cualquier parte del cuerpo
  • Entumecimiento, hormigueo o disminución de la sensibilidad
  • Cambios en la visión
  • Lenguaje mal articulado, incapacidad para hablar o entender el lenguaje, dificultades para escribir o leer
  • Dificultad para deglutir o babeo
  • Pérdida de la memoria
  • Vértigo (sensación anormal de movimiento)
  • Pérdida del equilibrio o la coordinación
  • Cambios en la personalidad
  • Cambios en el estado anímico ( depresión, apatía)
  • Somnolencia, letargo o pérdida del conocimiento
  • Movimientos incontrolables de los ojos o párpados caídos

 

Si se presenta uno o más de estos síntomas durante menos de 24 horas, se puede tratar de un accidente isquémico transitorio (AIT), el cual es una pérdida temporal de la función cerebral y un signo de advertencia de un posible accidente cerebrovascular futuro.

 

 

 

 

Signos y exámenes   

 

 

En el diagnóstico de un accidente cerebrovascular, es importante conocer cómo se desarrollaron los síntomas; éstos pueden ser severos al comienzo del mismo o pueden progresar o fluctuar durante el primero o segundo día (accidente cerebrovascular en evolución). El accidente cerebrovascular se considera completo cuando no se presenta más deterioro.

 

 

 

 

Durante el examen, el médico buscará deficiencias neurológicas, motoras y sensoriales específicas, ya que con frecuencia corresponden con precisión a la ubicación de la lesión del cerebro. Un examen puede mostrar cambios en la visión o en los campos visuales, reflejos anormales, movimientos anormales de los ojos, debilidad muscular, disminución de la sensibilidad y otros cambios. Un «soplo» (un ruido anormal que se escucha con el estetoscopio) puede escucharse en las arterias carótidas del cuello y puede haber signos de fibrilación auricular.

 

 

 

 

Los exámenes se llevan a cabo para determinar el tipo, la localización y la causa del accidente cerebrovascular y descartar otros trastornos que pueden ser responsables de los síntomas. Dichos exámenes incluyen:

 

 

 

  • TC de cabeza o una IRM de cabeza, utilizada para determinar si el accidente cerebrovascular fue causado por sangrado (hemorragia) u otras lesiones y definir el lugar y grado del accidente cerebrovascular.
  • ECG (electrocardiograma), utilizado para diagnosticar problemas cardíacos subyacentes.
  • Ecocardiograma, utilizado si la causa puede ser un émbolo (coágulo sanguíneo) cardíaco.
  • Dúplex carotídeo (un tipo de ecografía), si la causa puede ser una estenosis de la arteria carótida (estrechamiento de los vasos sanguíneos mayores que suministran sangre al cerebro).
  • Se puede utilizar un monitor cardíaco, que se lleva puesto mientras se esté en el hospital o como paciente ambulatorio para determinar si una arritmia cardiaca (como la fibrilación auricular) puede ser responsable del accidente cerebrovascular.
  • Se puede realizar una angiografía cerebral (cabeza), de tal manera que el médico pueda identificar el vaso sanguíneo responsable del accidente cerebrovascular y se utiliza principalmente si se está pensando en una cirugía.
  • Se puede realizar un análisis de sangre para excluir afecciones inmunitarias o coagulación anormal de la sangre que puede conducir a la formación de coágulos.

 

 

 

El pronóstico a largo plazo de un accidente cerebrovascular depende de la extensión del daño cerebral, la presencia de problemas médicos asociados y la probabilidad de recurrencia de los accidentes cerebrovasculares.

 

 

 

 

De aquellos que sobreviven a un accidente cerebrovascular, muchos presentan discapacidades a largo plazo, pero aproximadamente el 10% de ellos recupera la mayoría o todas las funciones. El 50% es capaz de estar en la casa con asistencia médica, mientras que el 40% se convierte en residente de centros de cuidados médicos a largo plazo, como una clínica de reposo.

 

 

 

  • Problemas provocados por la pérdida de movilidad ( contracturas articulares, úlceras de decúbito)
  • Pérdida del movimiento o sensibilidad en una parte del cuerpo de forma permanente
  • Fracturas óseas
  • Espasticidad muscular
  • Pérdida permanente de las funciones del cerebro
  • Disminución de la comunicación o interacción social
  • Disminución de la habilidad para actuar por sí mismo o cuidar de sí mismo
  • Disminución del período de vida
  • Efectos secundarios de los medicamentos
  • Aspiración
  • Desnutrición  

     

     

  • Se aconseja hacerse un examen para presión arterial alta al menos cada dos años, especialmente si hay antecedentes familiares de hipertensión arterial.
  • Hacerse un chequeo para colesterol. Si la persona está en alto riesgo, el colesterol «malo» LDL debe estar por debajo de 70 mg/dL.
  • Asegurarse de seguir las recomendaciones de tratamiento del médico si la persona presenta hipertensión arterial, diabetes, colesterol alto y enfermedad cardíaca si se presentan
  • Seguir una dieta baja en grasas
  • Dejar de fumar
  • Hacer ejercicio en forma regular: 30 minutos al día en caso de no tener sobrepeso y de 60 a 90 minutos al día en caso contrario.
  • No beber más de 1 a 2 tragos de alcohol por día

 

La terapia con aspirina (81 mg al día o 100 mg cada dos días) actualmente se recomienda para la prevención de accidente cerebrovascular en mujeres menores de 65 años, en tanto los beneficios superen los riesgos. Esta terapia se debe considerar para mujeres de más de 65 años únicamente si su presión arterial está controlada y si el beneficio es mayor al riesgo de sangrado gastrointestinal y hemorragia cerebral. La persona debe preguntarle al médico si la aspirina es buena para ella.

 

 

 

 

Si la persona ha tenido un AIT o un accidente cerebrovascular en el pasado o actualmente presenta una arritmia cardíaca (como fibrilación auricular), válvula cardíaca mecánica, insuficiencia cardíaca congestiva o factores de riesgo para el accidente cerebrovascular, el médico también puede prescribirle aspirina u otros anticoagulantes. Se deben seguir las instrucciones del médico y tomar el medicamento.

 

 

 

 

La endarterectomía carotídea (remoción de la placa de las arterias carótidas) puede ayudar a evitar nuevos accidentes cerebrovasculares en algunas personas con grandes obstrucciones en estos importantes vasos sanguíneos.

 

 

 

 

 

 

Si desea obtener texto completo:

 

 

 

 

http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000726.htm

 

 

 

 

 

 

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CATEGORÍAS

Nombres alternativos

 

Enfermedad cerebrovascular; Derrame cerebral; ACV; Infarto cerebral; Hemorragia cerebral; Accidente cerebrovascular isquémico.

 

Definición

 

Un accidente cerebrovascular es una interrupción del suministro de sangre a cualquier parte del cerebro y, algunas veces, se le denomina «ataque cerebral».

 

Causas, incidencia y factores de riesgo

Cada 45 segundos, alguien en los Estados Unidos tiene un accidente cerebrovascular, que puede suceder cuando:

 

 

  • Un vaso sanguíneo que lleva sangre al cerebro resulta bloqueado por un coágulo de sangre y se denomina accidente cerebrovascular isquémico.
  • Un vaso sanguíneo se rompe, causando filtración de sangre dentro del cerebro y se denomina accidente cerebrovascular hemorrágico.

 

Si se interrumpe el flujo de sangre en una arteria que irriga el cerebro durante más de unos pocos segundos, el cerebro no puede recibir sangre y oxígeno. Las células cerebrales pueden morir, lo que produce daño permanente.

 


ACCIDENTE CEREBROVASCULAR ISQUÉMICO

 

Es el tipo de accidente cerebrovascular más común y generalmente resulta del taponamiento de las arterias, una afección llamada ateroesclerosis (ver accidente cerebrovascular secundario a la ateroesclerosis). Los depósitos de grasa se acumulan en la pared de las arterias formando una sustancia espesa llamada placa, la cual aumenta con el paso del tiempo. Con frecuencia, la placa hace que la sangre fluya en forma anormal, lo cual puede hacer que ésta se coagule. Existen dos tipos de coágulos:

 

 

  • Un coágulo sanguíneo que permanece en el sitio en el cerebro se denomina trombo cerebral.
  • Un coágulo que se desprende y viaja a través del torrente sanguíneo hasta el cerebro se denomina embolia cerebral.

 

Otra causa importante de embolias cerebrales es un tipo de arritmia llamada fibrilación auricular. Otras causas de accidente cerebrovascular isquémico incluyen endocarditis, una válvula cardíaca anormal y tener una válvula cardíaca mecánica. Un coágulo se puede formar en una válvula cardíaca, desprenderse y viajar hacia el cerebro; por esta razón, las personas con válvulas cardíacas mecánicas o anormales con frecuencia tienen que tomar anticoagulantes.

 

 

ACCIDENTE CEREBROVASCULAR HEMORRÁGICO:

 

 

 

Una segunda causa importante de accidente cerebrovascular es el sangrado en el cerebro (accidente cerebrovascular hemorrágico), que puede ocurrir cuando pequeños vasos del cerebro se debilitan y se rompen. Algunas personas tienen defectos en los vasos sanguíneos del cerebro que hacen que esto sea más probable. El flujo de sangre después de la ruptura del vaso sanguíneo daña las células cerebrales.

 

 

 

 
RIESGOS DEL ACCIDENTE CEREBROVASCULAR:

 

 

 

El hecho de tener presión arterial alta es la razón número uno por la cual una persona podría tener un accidente cerebrovascular. El riesgo para esta afección también se incrementa con la edad, antecedentes familiares de la enfermedad, consumo de tabaco, diabetes, colesterol alto y cardiopatía.

 

 

 

 

Ciertos medicamentos incrementan las posibilidades de formación de coágulos y, por lo tanto, las posibilidades de un accidente cerebrovascular. Las píldoras anticonceptivas pueden causar coágulos sanguíneos, especialmente en mujeres que fuman y tienen más de 35 años.

 

 

 

 

Los hombres tienen más accidentes cerebrovasculares que las mujeres, pero estas últimas tienen riesgo de presentar un accidente cerebrovascular durante el embarazo y en las semanas inmediatamente posteriores a éste.

 

 

 

 

El consumo de cocaína, el consumo excesivo de alcohol, un traumatismo craneal y trastornos hemorrágicos incrementan el riesgo de sangrado dentro del cerebro.

 

 

 

     
Síntomas
Los síntomas del accidente cerebrovascular dependen de qué parte del cerebro esté lesionada. En algunos casos, es posible que las personas ni siquiera se den cuenta de que sufrieron un accidente cerebrovascular.

 

Generalmente, el desarrollo SÚBITO de uno o más de los siguientes síntomas es indicio de un accidente cerebrovascular:

 

 

 

  • Debilidad o parálisis de un brazo, una pierna, un lado de la cara o cualquier parte del cuerpo
  • Entumecimiento, hormigueo o disminución de la sensibilidad
  • Cambios en la visión
  • Lenguaje mal articulado, incapacidad para hablar o entender el lenguaje, dificultades para escribir o leer
  • Dificultad para deglutir o babeo
  • Pérdida de la memoria
  • Vértigo (sensación anormal de movimiento)
  • Pérdida del equilibrio o la coordinación
  • Cambios en la personalidad
  • Cambios en el estado anímico ( depresión, apatía)
  • Somnolencia, letargo o pérdida del conocimiento
  • Movimientos incontrolables de los ojos o párpados caídos

 

Si se presenta uno o más de estos síntomas durante menos de 24 horas, se puede tratar de un accidente isquémico transitorio (AIT), el cual es una pérdida temporal de la función cerebral y un signo de advertencia de un posible accidente cerebrovascular futuro.

 

 

 

 

Signos y exámenes   

 

 

En el diagnóstico de un accidente cerebrovascular, es importante conocer cómo se desarrollaron los síntomas; éstos pueden ser severos al comienzo del mismo o pueden progresar o fluctuar durante el primero o segundo día (accidente cerebrovascular en evolución). El accidente cerebrovascular se considera completo cuando no se presenta más deterioro.

 

 

 

 

Durante el examen, el médico buscará deficiencias neurológicas, motoras y sensoriales específicas, ya que con frecuencia corresponden con precisión a la ubicación de la lesión del cerebro. Un examen puede mostrar cambios en la visión o en los campos visuales, reflejos anormales, movimientos anormales de los ojos, debilidad muscular, disminución de la sensibilidad y otros cambios. Un «soplo» (un ruido anormal que se escucha con el estetoscopio) puede escucharse en las arterias carótidas del cuello y puede haber signos de fibrilación auricular.

 

 

 

 

Los exámenes se llevan a cabo para determinar el tipo, la localización y la causa del accidente cerebrovascular y descartar otros trastornos que pueden ser responsables de los síntomas. Dichos exámenes incluyen:

 

 

 

  • TC de cabeza o una IRM de cabeza, utilizada para determinar si el accidente cerebrovascular fue causado por sangrado (hemorragia) u otras lesiones y definir el lugar y grado del accidente cerebrovascular.
  • ECG (electrocardiograma), utilizado para diagnosticar problemas cardíacos subyacentes.
  • Ecocardiograma, utilizado si la causa puede ser un émbolo (coágulo sanguíneo) cardíaco.
  • Dúplex carotídeo (un tipo de ecografía), si la causa puede ser una estenosis de la arteria carótida (estrechamiento de los vasos sanguíneos mayores que suministran sangre al cerebro).
  • Se puede utilizar un monitor cardíaco, que se lleva puesto mientras se esté en el hospital o como paciente ambulatorio para determinar si una arritmia cardiaca (como la fibrilación auricular) puede ser responsable del accidente cerebrovascular.
  • Se puede realizar una angiografía cerebral (cabeza), de tal manera que el médico pueda identificar el vaso sanguíneo responsable del accidente cerebrovascular y se utiliza principalmente si se está pensando en una cirugía.
  • Se puede realizar un análisis de sangre para excluir afecciones inmunitarias o coagulación anormal de la sangre que puede conducir a la formación de coágulos.

 

 

 

El pronóstico a largo plazo de un accidente cerebrovascular depende de la extensión del daño cerebral, la presencia de problemas médicos asociados y la probabilidad de recurrencia de los accidentes cerebrovasculares.

 

 

 

 

De aquellos que sobreviven a un accidente cerebrovascular, muchos presentan discapacidades a largo plazo, pero aproximadamente el 10% de ellos recupera la mayoría o todas las funciones. El 50% es capaz de estar en la casa con asistencia médica, mientras que el 40% se convierte en residente de centros de cuidados médicos a largo plazo, como una clínica de reposo.

 

 

 

  • Problemas provocados por la pérdida de movilidad ( contracturas articulares, úlceras de decúbito)
  • Pérdida del movimiento o sensibilidad en una parte del cuerpo de forma permanente
  • Fracturas óseas
  • Espasticidad muscular
  • Pérdida permanente de las funciones del cerebro
  • Disminución de la comunicación o interacción social
  • Disminución de la habilidad para actuar por sí mismo o cuidar de sí mismo
  • Disminución del período de vida
  • Efectos secundarios de los medicamentos
  • Aspiración
  • Desnutrición  

     

     

  • Se aconseja hacerse un examen para presión arterial alta al menos cada dos años, especialmente si hay antecedentes familiares de hipertensión arterial.
  • Hacerse un chequeo para colesterol. Si la persona está en alto riesgo, el colesterol «malo» LDL debe estar por debajo de 70 mg/dL.
  • Asegurarse de seguir las recomendaciones de tratamiento del médico si la persona presenta hipertensión arterial, diabetes, colesterol alto y enfermedad cardíaca si se presentan
  • Seguir una dieta baja en grasas
  • Dejar de fumar
  • Hacer ejercicio en forma regular: 30 minutos al día en caso de no tener sobrepeso y de 60 a 90 minutos al día en caso contrario.
  • No beber más de 1 a 2 tragos de alcohol por día

 

La terapia con aspirina (81 mg al día o 100 mg cada dos días) actualmente se recomienda para la prevención de accidente cerebrovascular en mujeres menores de 65 años, en tanto los beneficios superen los riesgos. Esta terapia se debe considerar para mujeres de más de 65 años únicamente si su presión arterial está controlada y si el beneficio es mayor al riesgo de sangrado gastrointestinal y hemorragia cerebral. La persona debe preguntarle al médico si la aspirina es buena para ella.

 

 

 

 

Si la persona ha tenido un AIT o un accidente cerebrovascular en el pasado o actualmente presenta una arritmia cardíaca (como fibrilación auricular), válvula cardíaca mecánica, insuficiencia cardíaca congestiva o factores de riesgo para el accidente cerebrovascular, el médico también puede prescribirle aspirina u otros anticoagulantes. Se deben seguir las instrucciones del médico y tomar el medicamento.

 

 

 

 

La endarterectomía carotídea (remoción de la placa de las arterias carótidas) puede ayudar a evitar nuevos accidentes cerebrovasculares en algunas personas con grandes obstrucciones en estos importantes vasos sanguíneos.

 

 

 

 

 

 

Si desea obtener texto completo:

 

 

 

 

http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000726.htm