Síndrome de la Banda Iliotibial
Descripción:
El dolor que se presenta súbita o gradualmente cuando intentamos correr o si estamos descansando, cuando hemos andado mucho o hemos estado mucho tiempo de pie, nos hace sospechar esta afección característica de la carrera a pie. Está muy localizado en la parte externa de la rodilla, extendiéndose bajo el borde inferior de la rótula hasta el mismísimo tendón rotuliano, con el que puede imbricarse falseando el diagnóstico. Es un dolor que comienza casi al empezar a correr y a los pocos minutos impide seguir. Su intensidad aumenta con las irregularidades del terreno y corriendo cuesta abajo. Cede con el reposo y vuelve con el ejercicio. La mayoría de las veces se siente un «clic» característico que acompaña a la sensación de roce doloroso cuando hacemos zancada, al flexionar y extender la rodilla, por roce con la parte prominente del borde del fémur. Cuando apretamos la zona externa siguiendo el tracto iliotibial encontramos un punto doloroso externo a la rodilla, a veces solamente cuando la rodilla forma cierto ángulo. El borde externo del muslo se siente tirante, y al bajar escaleras se nota algo en el exterior de la rodilla y la tirantez inicial se convierte en dolor, a veces quemante.
Descripción:
El dolor que se presenta súbita o gradualmente cuando intentamos correr o si estamos descansando, cuando hemos andado mucho o hemos estado mucho tiempo de pie, nos hace sospechar esta afección característica de la carrera a pie. Está muy localizado en la parte externa de la rodilla, extendiéndose bajo el borde inferior de la rótula hasta el mismísimo tendón rotuliano, con el que puede imbricarse falseando el diagnóstico. Es un dolor que comienza casi al empezar a correr y a los pocos minutos impide seguir. Su intensidad aumenta con las irregularidades del terreno y corriendo cuesta abajo. Cede con el reposo y vuelve con el ejercicio. La mayoría de las veces se siente un «clic» característico que acompaña a la sensación de roce doloroso cuando hacemos zancada, al flexionar y extender la rodilla, por roce con la parte prominente del borde del fémur. Cuando apretamos la zona externa siguiendo el tracto iliotibial encontramos un punto doloroso externo a la rodilla, a veces solamente cuando la rodilla forma cierto ángulo. El borde externo del muslo se siente tirante, y al bajar escaleras se nota algo en el exterior de la rodilla y la tirantez inicial se convierte en dolor, a veces quemante.